A la mayoría de los niños les encantan los animales, y comienzan a sentir afecto hacia ellos convirtiéndolos en sus amigos inseparables; ellos satisfacen la necesidad de compañía y ternura del niño, creándose así un vinculo tan fuerte que la mascota se vuelve un miembro más de la familia.
Es importante tolerar, valorar y comprender con respeto las reacciones emotivas, debido a que el niño percibe la muerte como un abandono.
En ocasiones los niños crean sentimientos de culpa, y no dejan de preguntarse si hubieran podido evitar la muerte del animal, ofreciéndole mejores cuidados; es importante permitirle sentir tristeza, en este tiempo se debe contar con el mayor apoyo de los padres.
Los niños manifiestan reacciones después de una pérdida las cuales pueden incluir:
- Tristeza.
- Miedo a que los otros seres queridos mueran y a quedarse solos o incluso a la propia muerte.
- Malestar físico sin una causa orgánica.
- Irritabilidad y mal humor.
- Sueños sobre la muerte, particularmente si presenciaron una muerte violenta.
CONSEJOS PARA LOS PADRES
No deberán de reemplazar a la mascota de inmediato, pues esto evita que el niño experimente el duelo necesario por la pérdida.
Pregúntele sobre las cosas que cree que le podrían ayudar en el manejo de su tristeza o en la etapa de su duelo, observe los cambios radicales en su conducta; estos pueden ser generados por el proceso que está viviendo, porque la forma en la que reaccione, le enseñara a lidiar con otros tipos de pérdidas.
Explíquele al niño que es normal sentir tristeza, rabia y confusión, teniendo en cuenta que hay que aprender a dirigir el foco de atención principalmente a los momentos especiales que compartió con su mascota.
Es importante permitirle al niño cumplir con los “ritos funerarios” que quiera brindarle a su compañero fallecido. Prohibir esa despedida es contraproducente y puede causar una reacción negativa para superar la pérdida.
Se puede escribir con los niños un epitafio o un poema de despedida para colocarlo sobre la tumba del animal, buscando y decorando entre toda la familia un lugar especial que sirva para su eterno descanso e, incluso celebrando una ceremonia íntima.